Ese talante y temperamento -ver video adjunto: "Telediaro en Brasil"- hace falta en nuestros telediarios para movilizar a la opinión pública, denunciando y poniendo en las puertas de las cárceles a tanto ladrón disfrazado que tenemos en España -darles el "empujón" para adentro, debe ser labor de la justicia- .
Estamos tan acostumbrados a los relatos anodinos y “acomodaticios” de los “noticiarios”, emitidos en las distintas cadenas, por profesionales, incoloros, inodoros e insípidos, de la comunicación, que en uso de esa profesionalidad, sin cambiar la entonación, ni el gesto, nos repiten todos los días: el nuevo caso de violencia de género, otro caso de pederastia en el clero americano; y el enésimo político español “presunto” malversador de fondos públicos, prevaricador, o “pendejo de la nuit” a costa de la Visa Oficial.
Esta “monotonía rutinaria” trae sus frutos: lo estamos escuchando y somos capaces de comer sin atragantarnos. Estamos tan acostumbrados, que entran en nuestras casas con “normalidad cotidiana”.
Claro que, ciñéndonos a la Casta Bien Pagá, nuestro pasotismo, y la manifiesta “manga ancha” de otros, acabará -si no lo estamos ya- en una verdadera ruina para la Casta Mangoneada.
Aunque estoy cada vez más convencido que, esos “chupóteros sin escrúpulos” no son más que el reflejo del tipo de ciudadano “próspero” que ansiamos ser la mayoría de españoles; en suma, esto es el tipo de sociedad que estamos edificando y que deseamos.
No tenemos remedio, esto se está convirtiendo en un país en el que “andan los ladrones detrás de los que roban”.
Como diría don Camilo, ahora toca joderse; y en el futuro nos seguiremos jodiendo.
¿Culpables?, no hay culpables, o lo somos todos. Tenemos lo que nos merecemos.
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