Esta ciudad, en la que vivo, que ya fue “mal parida", -mal planificada desde el punto de vista urbanístico- en lenguaje riguroso, lo cual es un hecho histórico, pues desde que la zona del casco viejo y zona del castro se unió con el puerto pesquero del Berbés, ahí ya la orografía se hizo notar, y comenzaron los problemas.
Con esto quiero decir, que si además de una orografía adversa, la ciudad creció de una forma en la que el plan urbanístico, brilló por su ausencia. Lo cual propició que los paisanos que llegaron masivamente buscando trabajo, desde que se inició el crecimiento industrial, procedentes de las aldeas de Ourense y Lugo mayoritariamente, cuando ahorraron para hacer sus casas, las edificaron sin un orden y una planificación, y nunca pensando que, lo que en aquel entonces eran caminos y “corredoiras entre leiras” por las faldas de las colinas, se iban a convertir en una ciudad de más de trescientos mil habitantes.
Claro que esas faltas estuvieron auspiciadas por una falta de rigor, y por una corta y negligente visión de futuro de los gobernantes sucesivos.
Hoy, lo que heredamos es una ciudad, que como comencé este escrito, fue “mal parida”. Con este presente estamos, y hoy en pleno siglo XXI, estamos “humanizando la ciudad”, que en román paladín es, consumiendo, el gobierno de turno, los dineros que nos llegan vía Europa, para que pongamos la ciudad que por lo menos no sea el “colmo de in habitabilidad” y el hazmerreír de los turistas, que aun deambulan por ella.
Que buenos serían esos dineros, como todos los bien empleados, si sus frutos hubieran sido sumados, o hubiesen sido la continuidad de otros proyectos, que ya habían sido concebidos, con ese rigor y visión de futuro exigible, por nuestros mandatarios anteriores.
Pues no señor, aquí de lo que se trató y se trata es que unos, gobernantes de una vertiente política, fueron haciendo y consintiendo hacer a su antojo. Para luego llegar los siguientes, de otro partido, y cuando no torpedean lo iniciado, lo dejan arrinconado y olvidado. Los tribunales incluso ya han emitido fallos sentenciando, que ciertas “edificaciones consentidas” no se ajustan a la legalidad. Entonces, en el colmo de la desvergüenza, no solo, no se llama a cuentas a los que cometieron tamañas tropelías, si no que nos pasan la pelota al tejado de los ciudadanos y nos dicen que resultaría muy caro para la ciudad hacer ejecutar la sentencia. Ejemplo las torres de García Barbón.
Pero volvamos al estrés y a la crispación.
Con el paisaje señalado anteriormente, ahora se añaden las obras. Por un lado, las ya señaladas de humanización; por otro, las de los aparcamientos subterráneos, y todas a la vez.
Si a los padecimientos anteriores, les sumamos que las calles están levantadas, con lo cual el tráfico rodado se vuelve insoportable, atascos insufribles y rutas que vuelven locos a los GPS de los visitantes; y a eso le añadimos que los transeúntes tenemos que transitar por verdaderas pistas de combate, -invento que sirve para adiestrar a los soldados para la guerra- pues ya no solo se suman los obstáculos, en forma de plataformas, o pasos, a distinto nivel, inundados muchas veces con herramientas de obra; si no que, tenemos que andar muy prestos a las medidas de emergencia que nos transmita el operario de turno, como por ejemplo: ¡Oiga, no vaya por ahí que hay un escape de gas¡. Si señor como lo oyen, un caso así me tocó vivir hace uno días, claro que es verdad que la estadística jugaba en mi contra, con la cantidad de escapes que hubo, me tenía que tocar alguno. Los ciudadanos que han tenido que desalojar sus viviendas, ya hubo varios casos, opinarán que lo mío fue un pequeño susto.
Pero a todo llegaremos y alguno volará por los aires. y tan alto será el vuelo que irá directamente al Pirulí –Hospital Xeral- haciendo pequeña la trayectoria descrita y sufrida por el coche de Carrero Blanco, en el famoso atentado de ETA.
Entonces ya entenderemos mejor lo del estrés y crispación.
A propósito, ahora para los cuatro meses que van a permanecer cerradas al tránsito rodado ciertas calles principales y céntricas, se me ocurre proponer a los ciudadanos unas prácticas “anticrispación”, que sumadas a unos ansiolíticos que nos recetarán, muy justificadamente, nuestros médicos de cabecera, harán un buen cóctel para poder sobrellevar el verano que se nos avecina.
Una de las prácticas estaría basada, en una teoría que defendió hace ya unos años, Karina Fálagan, -señora ciudadana de Vigo y dueña de uno de los “chiringuitos” que poblaban la playa de Samil, el Jonathan, cerrado en el 2006-, en el programa de televisión que presentó Pepe Navarro y se titulaba “Hoy cruzamos el Mississipi”.
Esta tertuliana, defendía que la mayoría de las crispaciones del personal, ella había dicho en aquel entonces, femenino; surgían por estar, y lo dijo textualmente, “mal jod,,,,s”, añadiendo que ella nunca se equivocaba en esas apreciaciones, como mujer que era, con amplios conocimientos sexológicos que "atesoraba"; y que apercibía muy claramente, la relajación y falta de crispación que irradiaban las mujeres que habían llegado a la plenitud, sexualmente hablando.
Con esto y no queriendo entrar en una discriminación sexista o machista, y dado que eso se consigue en pareja; entonces estos cuatro meses de verano y de agobiantes obras, los que vivan de esa forma -me refiero en pareja-, que se dediquen a hacer bien eso del amor, -mirad que digo bien, no refiriéndome a la cantidad-, pues de eso, de que lo estemos mucho, es decir “muy jod…s”, ya lo procuran los gobernantes de nuestro concello.
Para los que no tengáis pareja, o los que la tengan y no la “usen” para esos menesteres, que de todo hay en la Viña del Señor, les sugiero que se den una vuelta por esta dirección:
http://marcianos.com.mx/la-historia-de-las-pajilleras/#more-4193
Y que se cojan… “la idea” solamente. Ya que primero, esta"historia de las pajilleras" no es rigurosa. Segundo, lo que si será, es nada bien recibida en sectores feministas y sectores de la religiosidad. Mas el acto en si, y salvo casos de invalidez, no necesita de ayudas externas, incluso hoy ya no es vilipendiado, ya no se considera exclusivo del género masculino, ni nos va a afectar al crecimiento o a quedarnos ciegos, como decía algún “iluminado” , no hace muchos años.
Salud y fraternidad, que junto con una gran dosis de paciencia vamos a necesitar para que este verano nos sea leve, mis queridos conciudadanos.
Y si no llega…, experimentar con ese par de consejillos.
Obelix
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