sábado, 10 de octubre de 2009

De la política y la inseguridad ciudadana

Las cadenas de televisión, hoy día, dedican el mayor tiempo de sus noticiarios, a dos temas: el político -casos: güertel, mociones de censuras, etc, etc; y al capítulo de “sucesos”, con la inseguridad ciudadana que “gozamos” en nuestro suelo patrio. Antes, nos pusieron al tanto, muy someramente, de quien consiguió este año, inmerecidamente, el premio Nóbel de la Paz. De que buscando esa “Paz”, mataron a otro soldado español, en Afganistán, ahí si que se hace un verdadero despliegue mediático, ministra incluida. Y casi siempre dedican un minuto, a los desmanes, de lo que hoy se reconoce a nivel internacional, que es un claro ejemplo de político moderno, que tiene muy claro como sacar partido del poder de la comunicación, el Sr. Berlusconi. De ahí se pasa a los deportes, luego nos meten cinco minutos de anuncios, y cierran con el tiempo -en este caso, atmosférico-.

Ya está bien de tanta corrupción. De que nos roben, y de paso que nos muelan a palos -esto último, dependiendo de quien nos roba, si es de “guante blanco”, un africano, o del este de Europa-. ¿En donde están las fuerzas del orden, qué hacen?; todo eso envuelto en un olor fétido, la impunidad. Esto es lo que decimos, nos preguntamos y sentimos la mayoría -creo- de españoles, cuando vemos, escuchamos y leemos ese tipo de noticias.

Hoy le toca a esos temas políticos. Mañana escribiré de lo que pensamos, la mayoría del paisanaje -vuelvo a creer-, de la inseguridad ciudadana; en que invierte la policía su jornada laboral, o mejor dicho, que es lo que se le encomienda que haga; las limitaciones con que se encuentran en su labor. En suma, de todo lo que influye para que la ciudadanía “gocemos” de la inseguridad actual.

A las 3 horas P.M., enciendes el televisor, y seguimos con el “pasen y vean”; en todas cadenas, más o menos, va a ser lo mismo.

Investigaciones sobre casos corrupción política en Valencia, caso Gürtel, con presuntos implicados del PP, que salpican a gente de ese partido en Madrid y Galicia. Antes se denunciaron casos de espionaje, a miembros de ese mismo partido, también en la comunidad de Madrid. Alguna moción de censura, apoyados por tránsfugas. También, en la comunidad catalana, hubo contratos de informes, a empresas, que costaron “un Potosí” y no sirvieron o se hizo nada con ellos, ¿gastos de fondos públicos, sin justificación? En Andalucía, zona en la cual las subvenciones y ayudas se convierten en el salario de muchos “trabajadores”, se dieron u otorgaron a “la carta”.

¡Bonito panorama!

Muchos pensarán, que todo lo que he puesto, sin orden ni concierto, mezclando “churras con merinas” solo tiene un fin: el de desprestigiar a los políticos españoles.

Pues vamos a enmarañar, todavía más si cave, el tema.

Primero tengo que decir, que lo hice así, como se suele decir, adrede -vamos que, con toda la sana intención-. Y tomo como referencia, y con ello me uno así –al revoltijo montado-, ante las declaraciones hechas por dos ex ministros del PP.

La una, con una intención “esclarecedora” del caso Gürtel, nos vino a decir -por si no lo sabíamos ya- que los regalos, y demás dádivas, están a la orden del día, entre toda la clase política de este país.

El segundo, con mucho poder de persuasión, nos transmitió otra de las verdades de fe, de aplicación en nuestra sociedad actual, y la cual es que, el dinero corrompe a las personas -también por si no lo sabíamos- y abundó diciendo que, dentro de la clase política hay y habrá siempre “chorizos”, con el mensaje final, que a esos los hay que “retirar”; y ahora aquí, yo añadiré que todos notamos un “rintintín”, en la frase: ¡claro que hay chorizos! -debió pensar el hombre, voy a “alumbrar a estos ignorantes, por si no se enteran”-.

En otras entradas, he mantenido que los españoles gozamos de muy poca memoria, y que en ciertos casos, eso obedece a una amnesia inducida. Pero estrujemos un poco las neuronas, y vamos a recordar hechos históricos -acto que tanto le gusta al Gobierno actual- saquemos a la palestra, otra vez, los casos: Filesa, Roldán, Mariano Rubio; y otros, que se cerraron en falso, que no se devolvió lo malversado o robado, y que “gozaron” de ese olor nauseabundo de la impunidad.

Sigamos revolviendo, y si acaso, por si aún no huele muy mal, sigamos exhumando cadáveres de nuestra guerra fratricida, o que nos tengan que recordar que Franco ha muerto.

Pero llegados a este punto, de semejante caos ético, moral e ideológico, me pregunto, ¿Qué saldremos ganando los españoles, con que nos refresquen la memoria?, si la mayoría de esos casos prescribieron, e incluso en muchos, como digo, ya están muertos los culpables.

¿No sería mejor, emplear y empeñar todos los esfuerzos, en poner medios disuasorios para que el que tiene el poder, se abstenga de meter en su talego, o en el de su partido, los dineros públicos?

No sirve que nos digan, que algunos pasaron por la cárcel, no señor, hasta que no devuelvan lo robado, no debe haber remisión de la culpa, y deben continuar en ella, hasta que lo hagan. Los hay que tienen la desfachatez -como si se tratara del caso de un pobre roba gallinas- de declararse insolventes.

Mientras no se legisle con verdadera intención de atajar el problema, en España estaremos “gozando” de ese olor de impunidad.

Pero el problema, de suma gravedad nacional, sería o será, si la “clase” que tiene el poder de promulgar las leyes, está llena de esos “chorizos”. Entonces, si que estaría o estará justificada esa intoxicación de denuncias, ya que por si solas, darán sus frutos: “A río revuelto, ganancia de pescadores…de votos”.

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